Ayer 112/2018 (4): 317-334
Sección: Estudios
Marcial Pons Ediciones de Historia
Asociación de Historia Contemporánea
Madrid, 2018
ISSN: 1134-2277
DOI: 10.55509/ayer/112-2018-13
© Gian Luca Fruci
Recibido: 03-07-2018 (italiano) y 10-08-2018 (traducción) | Aceptado: 21-09-2018
Editado bajo licencia CC Attribution-NoDerivatives 4.0 License

El regreso de los Borbones. Reelaboraciones mitográficas y perspectivas políticas en el Mezzogiorno italiano*

Gian Luca Fruci

Università di Bari
gianluca.fruci@uniba.it

Carmine Pinto

Università di Salerno
cpinto@unisa.it

Resumen: En el Mezzogiorno italiano la nostalgia del antiguo Reino de las Dos Sicilias constituye un fenómeno de primera magnitud. El artículo aborda la historia del universo neoborbónico poniendo de manifiesto que sus relatos, deudores del imaginario de la «causa perdida», son una reelaboración o un panaché del tardío siglo xx compuesto por tres ejes principales: 1) el discurso de las Dos Sicilias producido en la guerra contra el Estado unitario y transmitido posteriormente por la novela histórica y por las ficciones televisivas; 2) la interpretación de la guerra del brigantaggio borbónico como una lucha de clases ante litteram; 3) los paradigmas del genocidio y victimario del siglo xx aplicados al pasado del Mezzogiorno del siglo xix.

Palabras clave: Italia meridional, universo neoborbónico, causa perdida, paradigma del genocidio.

Abstract: In Southern Italy, nostalgia for the ancient kingdom of the Two Sicilies is a major phenomenon. This article explores various elements of the history of this neo-Bourbon universe. It demonstrates how this construction was dependent on an imagined narrative of a «lost cause», which consisted, in turn, of a late twentieth century re-elaboration or mixture of the three axes argument. This consisted of the following characteristics: (1) The Two Sicilies discourse was produced in the war for unification and subsequently conveyed by historical novels and televised fiction. (2) The War of Bourbon Brigandage became interpreted as a possible ante-litteram class struggle. (3) The genocide and victim paradigms became applied to the history of nineteenth century Southern Italy.

Keywords: Southern Italy, neo-Bourbon universe, lost cause, victimization, genocide.

La ofensiva político-institucional de los neoborbónicos

Los Borbones están de vuelta. La nostalgia del antiguo reino de Fernando II y la reivindicación de una tradición patriótica propia son fenómenos de actualidad en el Mezzogiorno italiano. El fenómeno se parece a un río cárstico que adquirió cierta consistencia en los años noventa del siglo pasado y ha emergido, como tema relevante de la discusión mediática y pública, incluso a nivel popular, en el marco del 150 aniversario de la unificación nacional italiana (2011). El neoborbonismo ha dado recientemente un salto político cualitativo. El 4 de julio de 2017, el Consiglio Regionale della Puglia, una de las regiones meridionales más importantes de Italia, aprobó casi por unanimidad una moción del Movimento 5 Stelle (M5S) obligando al presidente, y al gobierno regional de centroizquierda, «a adoptar el 13 de febrero como jornada oficial en la que puedan ser recordados los meridionales que perecieron durante el proceso de unificación, y también los pueblos que fueron destruidos»1.

Esta votación supone la culminación de una iniciativa institucional transversal a todos los grupos políticos puesta en marcha en sede parlamentaria el 28 de febrero de 2017. En esta fecha, representantes de la derecha y de la izquierda del Mezzogiorno depositaron en la comisión de cultura de la Cámara una moción similar a la aprobada, con la única diferencia de que no señalaba el 13 de febrero como día de la celebración2. La elección final de esta fecha emblemática de la memoria legitimista y borbónica, la de la rendición del último rey, Francisco II, en la plaza de Gaeta el 13 de febrero de 1861, se debió a una iniciativa del M5S. Señalar este día, en lugar del de la victoria del Carlos III en Velletri (el 11 de agosto de 1744) o el del retorno de Fernando IV del exilio siciliano (el 17 de junio de 1815), no es el fruto de la casualidad. En realidad, los borbónicos vencidos dieron forma a un mito: el de una nación fracasada con la guerra de 1860-1861, la nación duosiciliana, modelado en contraposición mimética a la emergente nación italiana.

El texto aprobado en Puglia —y presentado en casi todas las asambleas regionales del Mezzogiorno— evoca masacres y número de muertos (designados como «víctimas») sin tener en cuenta ni los resultados de las investigaciones históricas —no solo las académicas— metodológicamente rigurosas, ni las discusiones públicas que han tenido lugar durante décadas sobre este tema. Y tiene como corolario la denuncia de que «en la mayor parte de los libros de texto y manuales universitarios las páginas más oscuras de la historia de Italia apenas han sido contadas». La intención fue la de presentar la unificación italiana como una invasión piamontesa y la guerra al brigantaggio como la represión contra una revuelta de los campesinos del sur.

El caso único de un «borbonismo social», que surge tanto de una moción trasversal presentada ante la Cámara nacional a finales de la XVII legislatura, como de las presentadas en las asambleas regionales por el M5S, pone de manifiesto el uso ideológico de un paradigma acrónico, dicotómico y victimario. El proyecto que contiene esta operación ha provocado en la comunidad de historiadores una insólita movilización conjunta. La Società Italiana per lo Studio della Storia Contemporanea (SISSCo), secundada por todas las sociedades históricas italianas, subrayó que había tenido lugar «a nivel institucional una forma de deslegitimación de los estudios históricos [...], expulsando al conocimiento científico de su función fisiológica de contribuir a la construcción de la memoria colectiva»3, y pidió audiencia al gobierno regional y a los representantes regionales de Puglia.

Como consecuencia de esto ha tenido lugar en los medios de comunicación, tanto en los nuevos como en los viejos, un debate inédito por la intensidad, variedad y autoridad de los participantes que todavía sigue abierto4. Durante este tiempo, el M5S, que ya había sido —aunque por poco— el primer partido en las elecciones generales de 2013, ha triunfado el 4 de marzo de 2018 con el 32,7 por 100 y más de diez millones de votos, concentrados porcentualmente en el sur, donde oscila entre el 39,6 por 100 de los sufragios en los Abruzzos y el 49,3 por 100 en Sicilia.

La «causa perdida» de los borbónicos napolitanos

El debate ha continuado después de las elecciones que han llevado al Gobierno a dos fuerzas políticas que ya antes eran críticas con el proceso de unificación. En realidad, después de haberse desprendido de su referencia al Norte a favor de la identificación a través de su líder, Matteo Salvini, la Lega ha revisado sus posiciones para proponerse como partido-símbolo de la reivindicación nacional italiana. Los temas propuestos por el borbonismo militante y por algunos exponentes de M5S permanecen en el primer plano del discurso público, pero están presentes en la sociedad meridional casi desde el final del Reino de Dos Sicilias. Por otro lado, la relación entre Mezzogiorno y unificación ha sido un tema privilegiado en la historiografía italiana desde la fundación del nuevo Estado. Una premisa común ha sido que en el Mezzogiorno existía una patología social estructural que se había politizado introduciéndose en el juego de los actores políticos con ocasión de importantes crisis socioeconómicas o de fracturas institucionales5.

La dimensión de estas investigaciones desmiente radicalmente la principal argumentación de los nostálgicos de las Dos Sicilias en cuanto a que se trata de la historia de un enfrentamiento representado poco o de manera retórica o, incluso, negado. En el ámbito de la discusión historiográfica, sin embargo, esta larga tradición de estudios ha sido renovada ampliando sus análisis al conflicto civil, a las corrientes contrarrevolucionarias y a la propia guerra6. Los defensores del borbonismo o los partidarios del antiguo Estado duosiciliano, muy próximos a sus ideas, así como numerosos actores de la cultura, niegan o, sobre todo, no prestan atención a este intenso debate científico e intelectual, con excepción de algunos productos de la historiografía marxista de los años sesenta y setenta. En su lugar, reelaboran los argumentos políticos y las posiciones de la guerra ideológica desatada por intelectuales napolitanos y eu­ropeos, exfuncionarios del régimen y aristócratas, militares y militantes duosicilianos contrarios al Estado unitario (1861-1866)7.

La resistencia borbónica no fue un fenómeno secundario. En el Mezzogiorno italiano se registró el único caso de oposición armada a la unificación. En Lombardía, en el Gran Ducado de Toscana, en las Legazioni pontificias, en el Véneto y en el Lazio, pero también en Sicilia, la dialéctica política no registró nunca una movilización violenta y masiva como sucedió en el sur continental. La guerra de los Borbones se vinculó a la resistencia católica, formando un bloque social opuesto al nuevo Estado, capaz de recoger la herencia del conflicto civil meridional iniciado desde finales del siglo xviii.

Francisco II, el último rey Borbón de Nápoles, consiguió mantener un Gobierno en el exilio, una red diplomática y comités de apoyo, sostenidos por Pío IX y por la «Internacional blanca» en la Europa católica. La guerra de ideas se apoyó en un centenar de libros, opúsculos, litografías, fotografías y en un intento de rescribir una versión legitimista de la última fase del Reino de Nápoles. El aparato religioso, a partir de la revista jesuita La Civilità Cattolica, proporcionó una potente voz a la propaganda borbónica, junto con algunos escritores, como Giacinto De Sivo, un exfuncionario convertido en historiador oficial del reino derrotado, o Pietro Calà Ulloa, el auténtico cerebro de la resistencia borbónica.

El patriotismo de guerra borbónico intentó destruir la versión unitaria del fin de las Dos Sicilias, pero no consiguió, ni remotamente, contrarrestar la poderosa movilización de intelectuales, artistas, músicos y escritores que hicieron del romanticismo del Risorgimento una de las más potentes narraciones nacionales del Ochocientos europeo8. La guerra de los briganti, su brazo armado, provocó un conflicto civil limitado, cuyos aspectos criminales superaron con mucho a los militares, y no consiguió nunca resultados significativos, ni poner en tela de juicio la unificación italiana.

La derrota definitiva tras el intento de reconquistar el Reino no supuso el fin de una minoritaria, pero combativa, militancia borbónica. Supervivientes, prelados, escritores y periodistas reelaboraron los mitos de la resistencia legitimista combinando las reivindicaciones de las regiones del antiguo Reino con la nostálgica supervivencia de los derrotados (1867-1914), intentando también algunas incursiones en el campo administrativo local. La «causa perdida» borbónica asentó sus elementos constitutivos sobre la reivindicación victimista y rencorosa de una derrota injusta más debida a la traición de una «quinta columna» unitaria meridional que a la invasión piamontesa. Estos temas se enriquecieron con motivos comunes repetidos de manera sistemática: el oro inglés y la conjura internacional, las tramas masónicas y la conspiración del liberalismo europeo. El mito de un Reino feliz, de grandes próceres y faro de la civilidad europea, destruido más tarde por el saqueo, era el escenario sobre el que se situaban estas argumentaciones. En este esquema, las masacres cumplían un rol similar; la de Casalduni o la de Pontelandolfo (Benevento) de agosto de 1861, que llegaron a convertirse en icónicas, han sido dimensionadas por recientes investigaciones9. El borbonismo fue un fenómeno fuertemente minoritario, incapaz de condicionar el proceso que en el interior del archipiélago nacionalista panitaliano ponía de manifiesto el enfrentamiento sobre la cuestión meridional. Así, precisamente mientras actores políticos napolitanos y sicilianos, como Giustino Fortunato o Francesco Saverio Nitti, conquistaban un rápido protagonismo político e intelectual, el borbonismo terminaba confinado a un pequeño circuito cargado de rencor y muy poco influyente.

Cuando los católicos de don Luigi Sturzo —fundador del Partito Popolare Italiano en 1919— decidieron deshacerse de los «fósiles borbónicos», el discurso duosiciliano se hundió, al ir desapareciendo la generación de los vencidos y como consecuencia de la integración de la aristocracia y del pueblo napolitano en el mundo ideológico y social de la monarquía de los Saboya. Así las cosas, los temas del borbonismo solo volverían a aparecer tras el final de la Segunda Guerra Mundial como una expresión de nostalgias meridionales o de reivindicaciones victimistas de pequeños grupos, entre otros, precisamente en los años de mayor éxito de la nueva versión de la «cuestión», el meridionalismo10.

La inconsistencia del borbonismo se vio confirmada por la pervivencia de una arraigada tradición monárquica, en concreto en el Mezzogiorno de Italia y en Sicilia. Así, en el momento más dramático de la historia italiana, la trágica disolución del Estado en 1943, el sur permaneció fiel a su espíritu monárquico, defendiendo hasta el final a la casa de Saboya. Ya en los años sesenta del Ochocientos se había iniciado una intensa combinación hasta hacer de Nápoles en el siglo xx la verdadera capital de los Saboya. En el referéndum institucional del 2 de junio de 1946, en las provincias meridionales, el apoyo a la monarquía osciló entre el 60 y el 70 por 100 de los sufragios, alcanzando el 80 por 100 en la propia Nápoles, mientras que en el norte y en el centro se impuso ampliamente la república11. Por otro lado, durante casi veinte años tras el establecimiento de la nueva forma del Estado, precisamente en el sur, siguieron existiendo partidos monárquicos favorables a los Saboya capaces de gobernar grandes ciudades como Nápoles o Bari. El borbonismo era un fenómeno irrelevante, incluso entre los grupos sociales que continuaban reconociéndose en la Corona y en sus símbolos, pero que elegían a los Saboya como referencia identitaria.

Literatura, pequeña pantalla y borbonismo pop

La subcultura borbónica reemergió entre los años cuarenta y setenta del siglo xx cuando escritores muy diferentes, como el empresario milanés Mario Monti o el católico ultraconservador lucano Carlo Alianello, recuperaron algunos temas antirisorgimentales en sus novelas y ensayos publicados en prestigiosas editoriales como Einaudi, Longanesi, Mondadori, Feltrinelli o Rusconi.

Mario era hijo de Giovanni Monti, fundador en 1946, junto a Leo Longanesi, de la editorial Longanesi & C., una de las artífices del imaginario postfascista, afascista y antifascista que han atravesado la Italia republicana, no pocas veces relacionando de manera difusa la contrahistoria del fascismo con el relato del Risorgimento12. Monti releyó en clave western, en sintonía con el cine de Pietro Germi, el bandidismo meridional desde el periodo napoleónico hasta el preunitario, inspirando el film I Briganti italiani (1961) de Mario Camerini con Vittorio Gassman13. Alianello, por su parte, revisitó el tema de los vencidos borbónicos, dedicándole una trilogía novelesca de enorme éxito que todavía hoy sigue siendo reeditada14. Y se dedicó a acreditar la idea de la «invasión traidora» del Mezzogiorno por parte de las tropas garibaldinas y saboyanas con un ensayo narrativo en el que sugiere un paralelismo entre los piamonteses y los nazis que se ha convertido en paradigmático dentro de la literatura neosudista15.

Estos temas fueron rápidamente utilizados por la televisión pública (RAI), lo que confirma la atención hacia una historia percibida como lejana, pero perteneciente al pasado nacional. En 1956 L’Alfiere de Alianello se convirtió en una miniserie de seis capítulos dirigida por Anton Giulio Majano, autor de telenovelas con audiencias extraordinarias inspiradas en los clásicos de la literatura anglosajona16. A continuación, una serie en siete entregas (L’eredità della priora) emitida en prime time en 1980 con la diva —de pasado hollywoodiano — Alida Valli, protagonista en 1941 del film Piccolo mondo antico, del director y escritor Mario Soldati, adaptación de la novela risorgimental homónima de Antonio Fogazzaro (1895)17, y sucesivamente icono de la traición antirisorgimental por amor en Senso de Luchino Visconti, record de taquilla en 195418. Dirigido de nuevo por Majano, el serial revive actualmente en DVD y, sobre todo, en YouTube, gracias a decenas de miles de visualizaciones19. Así, un viejo producto audiovisual de hace cuarenta años y deudor de imágenes contrarrevolucionarias decimonónicas se cubría de novedad reforzando códigos de la untold story vehiculados a través del discurso neoborbónico.

Las músicas de la serie, obra de los napolitanos Eugenio Bennato y Carlo D’Angiò, fundadores engagés en 1969 de la Nuova compagnia di canto popolare (NCCP), fueron grabadas en el LP Brigante se more, título de la sintonía de cabecera seguida, como cierre, de Vulesse addeventare un brigante. Ambas piezas pasarán a formar parte del repertorio de los grupos de música folk, después del movimiento neosudista de izquierda, hoy de las redes borbonistas ni droite ni gauche, y son continuamente clicados y compartidos en YouTube. Recientemente, Bennato —autor de otra melodía cult sobre brigantes y brigantas (Ninco Nanco, Il sorriso di Michela, dedicada a Michelina De Cesare)— ha publicado un pequeño libro para explicar su recorrido creativo y desmentir que se tratara de canciones originales del siglo xix20.

La telenovela L’eredità della priora constituye un ejemplo pionero de crasis entre narraciones críticas del Risorgimento procedentes de la derecha (Alianello fue también guionista de la fiction televisiva) y de la izquierda (Bennato, D’Angiò, Einaudi y Feltrinelli que publicaban también a Alianello). Emblemático del encuentro entre gauchisme y derecha reaccionaria sudista, es también la trayectoria del escritor y periodista calabrés Nicola Zitara, pasado de la izquierda socialista a la extraparlamentaria para aproximarse al neolegitimismo duosiciliano, que ha incorporado sus textos sobre la colonización y sobre el expolio del Mezzogiorno en el propio corpus de obras de referencia21. Estas operaciones de panachage político-cultural son hoy un rasgo típico del post-Novecento y conocen un poderoso revival en los circuitos comunicativos de la contracultura y de la antipolítica populista y socialsoberanista.

Sin embargo, hasta finales del siglo xx estos universos interpretativos, narrativos, musicales y visuales se mantuvieron en posiciones escasamente influyentes, incapaces de competir con intelectuales como Pasquale Saraceno o Antonio Giolitti, por no hablar de escritores como Rocco Scotellaro o Carlo Levi. Es entonces cuando la combinación entre legado nostálgico, borbonismo e interpretación social del brigantaggio consiguieron inventar una explicación propia del final del Reino de las Dos Sicilias que se combinó con el tradicional refrain de la diferencia meridional y de sus causas (y responsabilidades) exógenas.

El Mezzogiorno en la crisis de la República de los partidos

A comienzos de los años noveta, coincidiendo con la quiebra de la República surgida de la Resistencia y el final de las últimas medidas nacionales proyectadas en beneficio del sur, estos términos fueron recuperados por un movimiento que volvía a llamar al borbonismo y a la defensa del Reino de las Dos Sicilias. La crisis mediático-judicial de la República de los partidos golpeó brutalmente la legitimidad de las culturas políticas originarias del siglo xix (socialistas, republicanas o liberales) o del xx (comunistas y católicos democráticos) que tenían sus raíces en el Estado de Risorgimento, o que habían construido su identidad como fuerzas nacionales y reconocido en la superación de las diferencias entre el norte y el sur uno de los puntos cardinales de su legitimación política. Su disolución, y la consolidación de un partido muy crítico con el Estado unitario (la Lega Nord), ofreció la oportunidad de reinventar tradiciones que habían sido ajenas a la Italia del siglo xx22.

Este espacio político-cultural hizo posible la consolidación de partidos totalmente nuevos, y la búsqueda de materiales identitarios que remitieran a un pasado más o menos aceptable vinculado al presente. En un Mezzogiorno que había perdido el anclaje con culturas políticas y grupos dirigentes nacionales, el movimiento neoborbónico se presentó como el vindicador de las carencias del sur. En realidad, no se trataba de un grupo compacto, sino que, rápidamente, fue desarrollándose un archipiélago articulado de asociaciones, editoriales, sitios de internet y blogs, donde los materiales de la «causa perdida» borbónica fueron reelaborados sistemáticamente, utilizando al mismo tiempo algunos resultados de la interpretación marxista del brigantaggio como expresión de un peculiar bandido social protagonista de un imaginario conflicto de clase, además de victima a posteriori de la criminología positivista, cuyo símbolo negativo ha puesto de manifiesto recientemente el Museo de Antropología Criminal Cesare Lombroso de la Università de Torino23.

El movimiento inundó el discurso público meridional en los años finales del siglo xx mediante una serie de volúmenes de gran éxito y de películas como Li chiamarono... briganti!, de Pasquale Squitieri, en 199924. Después, en torno al ciento cincuenta aniversario, obtuvo sus dos triunfos más relevantes: el libro de Pino Aprile, Terroni. Tutto quello che è stato fatto perché gli italiani del sud diventassero meridionali (2010), que se convirtió en el evangelio de la reivindicación sudista y neo-borbónica; y la presencia en Pontelandolo, en agosto de 2011, de Giuliano Amato, expresidente del Gobierno y entonces presidente del Comité de Garantías para la celebración de 150 aniversario de la unidad de Italia, para responder a una confusa petición de excusas dirigida al Estado italiano. Estos términos se hicieron cada vez más difusos, proporcionando argumentos incluso al cómico Beppe Grillo, destinado a convertirse en el líder de un movimiento antisistema basado en la crítica radical al régimen de partidos y a las instituciones nacionales.

La búsqueda de un protagonismo político creciente se hizo realidad entre 2016 y 2017 cuando el propio M5S de Grillo libró una batalla cultural de gran importancia. El publicista Aprile estaba presente entre la galaxia neoborbónica en Gaeta en febrero de 2017 con el objetivo de instituir en las regiones meridionales una jornada memorial en honor a las víctimas del Risorgimento, a través de un consenso transversal del centroderecha y del centroizquierda. Tramitada en un paquete de medidas, la iniciativa resultó aprobada en Basilicata en marzo. Sin embargo, fue rechazada en el ayuntamiento de Nápoles, gracias a una reacción combinada de historiadores y miembros de la Administración.

El patchwork neoborbónico y la «rebelión de los historiadores»

Fue la deliberación en Puglia la que provocó un caso político-cultural a causa de la institucionalización celebrativa de mitografías sudistas que volvían a proponer la morfología del canon nacionalista decimonónico con su obsesión por la comunidad violada, la sangre de los mártires, el honor de los héroes y de las heroínas, la impiedad de los traidores y la crueldad de los enemigos25. El resultado fue un vuelco de la retórica risorgimental: el neonacionalismo panmeridonal se contraponía al viejo nacionalismo panitaliano; el brigante lucano Carmine Crocco, aliado renuente del general carlista español José Borjes desembarcado en Calabria en septiembre de 1861, o —en el caso de Puglia— el sargento Pasquale Domenico Romano, eran opuestos a Garibaldi y a Vittorio Emanuele II. La brigantesa Michelina De Cesare y María Sofía de Borbón fueron puestas en concurrencia con Anita Garibaldi y Margarita de Saboya, popular consorte de Umberto I. En particular, el mito atemporal de María Sofía —mujer de Francesco II que se convirtió en icono de la resistencia en 1860-1861 y después en celebridad transnacional de la contrarrevolución europea— experimenta hoy un relanzamiento como «Sisi (neo)borbónica»26. En esta persuasiva forma de revisitar, cuyos circuitos comunicativos privilegiados son las web y las redes sociales, desempeña un papel relevante el business del merchandising, del turismo y de la gastronomía de la pequeña patria duosiciliana27.

Sin embargo, la operación mitográfica en curso no acaba aquí, porque todos los materiales narrativos borbónicos procedentes en la segunda mitad del siglo xix han sido montados en un patchwork post-novecentesco y recolocados en el interior de un format de genocidio y totalitario hecho de torturas, destrucciones, campos de concentración, gulags y desaparecidos, en los que el Mezzogiorno decimonónico asume los contornos de la Europa nazi, de la Unión Soviética de Alexsander Solzhenitsyn y de la Argentina de Jorge Rafael Videla. Emblemático de este idioma es el último libro de Aprile, titulado simplemente Carnefici (Carnicerías), que en el texto de cubierta declara y promete, sin necesidad de sostenerlo después en el plano de la documentación: «Fue un genocidio. Centenares de miles de italianos del sur asesinados, encarcelados, deportados, torturados y robados. Aquí están las pruebas» 28.

El horizonte imaginado del genocidio italo-italiano del sur contrarisorgimental se pone, de este modo, al lado del genocidio franco-francés de la Vendée contrarrevolucionaria, siguiendo una dinámica conflictual análoga entre historia y memoria que ha atravesado todo el discurso sobre la Revolución Francesa, aunque al otro lado de los Alpes había sido explotada mediáticamente ya durante los años ochenta y noventa del siglo xx29. En el caso del Mezzogiorno italiano, el discurso de genocidio se basa en simples conjeturas derivadas de poner en relación fuentes demográficas metodológicamente incomparables como las del Reino de Dos Sicilias y las del Reino de Italia. Este tipo de paradigma ha sido utilizado, sin embargo, para conseguir influir sobre imaginarios acostumbrados acríticamente al abuso sistemático del lema «genocidio» en el discurso público global30.

Al contrario, aunque las nociones de genocidio y democidio hayan sido ampliamente contestadas en sede historiográfica, el carácter sistemático de las masacres revolucionarias en la región de Vendée legitima algunas preguntas. No es casualidad que la diatriba transalpina fuera encendida con la publicación, tres años antes del bicentenario de la Revolución, de una tesis doctoral, defendida por Reynal Secher en París IV-Sorbonne31. De forma similar a lo sucedido en los municipios y en las asambleas regionales y en el Parlamento italiano, en 2007, 2012 y 2013, habían sido presentados a la Asamblea Nacional diversos proyectos de ley dirigidos al reconocimiento del «genocidio vendeano».

La cuestión vendeana ha vuelto a ser recuperada recientemente, utilizando los consabidos códigos de la untold story, por la película La rébellion cachée, dirigida en 2017 por el director francoestadounidense Daniel Rabourdin y con la asesoría de Secher. Antes que en las salas, el film ha vivido ya en la web gracias a un sitio bilingüe (francés e inglés) rico en curiosidades y gadgets, donde es posible adquirir el DVD y organizar proyecciones públicas32. A finales de 2017, una iniciativa análoga fue promovida por los neoborbónicos, que han lanzado on-line, con el apoyo de Aprile, una campaña de financiación para la película Il tramonto del sole (Due Sicilie 1860). Antes del rodaje, este proyecto disponía de un cartel y de tres trailers de distinta duración, que contribuyeron a acreditar la puesta en producción prescindiendo del éxito del fundraising33.

Aprovechando la sobreexposición en distintos medios (libros, periódicos, magazines, televisión, redes sociales...) y el apoyo transversal de testimonials del mundo del espectáculo, como los cantantes Povia y Fiorella Mannoia, Aprile pasó de ser promotor a principal defensor de la jornada de la memoria por las víctimas meridionales del Risorgimento. Sin embargo, entre finales del verano y el otoño de 2017, el proyecto de legitimación política neosudista ha sufrido diversos periodos de parón seguidos de la «rebelión de los historiadores» y, más en general, de la movilización de segmentos de la opinión pública sensibles al discurso científico e insatisfechos por las manipulaciones propagandísticas. En Basilicata ha sido presentada una contra-moción que anula la filoborbónica; y en Puglia, la junta del democrático Michele Emiliano, inicialmente favorable, no ha traducido en la práctica el voto de la Asamblea Regional mientras en Abruzos la propuesta no ha llegado a discutirse.

La «rebelión de los historiadores», no necesariamente académicos, y de los expertos adoptó la forma de artículos, entrevistas, conferencias de prensa, transmisiones radiofónicas y presentaciones de libros en un crescendo de iniciativas de public history de dimensiones excepcionales dentro de la experiencia italiana reciente. En la web pueden encontrarse las primeras de estas repercusiones en forma de investigaciones de carácter científico sobre el tema del revisionismo risorgimental en detrimento de los sitios y blogs no validados metodológicamente. En los meses de abril y mayo de 2018 repetidos sondeos del PageRank, el principal algoritmo utilizado por Google para indexar el material presente en la red, han demostrado cómo las palabras clave «borbonismo» y «meridionalismo» conducen cada vez más a respuestas cualificadas y, por lo tanto, a un número menor de enlaces a las tesis neoborbónicas34.

Por otro lado, en el curso de los debates han aparecido los nexos de los procesos que atraviesan el imaginario y la sociedad del Mezzogiorno con las transformaciones neoidentitarias y micronacionalistas más adecuadas a nivel global, interpretables a través de la categoría de la «causa perdida» 35. Estas dinámicas se insertan, asimismo, en el marco de una confusa demanda de una historia que toma el fantasioso camino de la «historia hecha por ti», que se contrapone a la oferta científica divulgativa a la altura del tiempo presente36.

Populismo y borbonismo

El éxito del neoborbonismo, y de otras operaciones mitográficas del mismo tipo, no está solo ligado a la evocación de nostalgias y de antiguos resentimientos. Manifiesta también una peculiar relación entre memoria, historia y tiempo presente en la sociedad del siglo xxi. La historia ha regresado en dimensiones inimaginables; no existe país donde la relación con el pasado no esté hoy en el debate político, o en la renovación de las identidades locales, territoriales o sociales. La historia borbónica se ha cruzado así con la peculiar campaña contra los héroes de la Confederación en los Estados Unidos y con el independentismo catalán, que apoyaron en un primer momento hasta darse cuenta de que el rey de España era un Borbón.

El neoborbonismo se propone como una alternativa a la historiografía, académica y no académica, desarrollada siguiendo los protocolos propios de la investigación científica. De este modo, el ataque a la «historia oficial», juzgada como reticente y expresión de los grupos dominantes, y la denuncia de la «traición de los historiadores» representan una columna fundamental y unificadora de las estrategias comunicativas del abigarrado universo neoborbónico. El discurso político, sin embargo, ha cambiado de sentido en los últimos meses.

La alianza del M5S con aquellos que, para muchos de los fundadores del movimiento, eran el enemigo natural, la Lega, complica el discurso. El Gobierno ha confirmado el acuerdo entre dos fuerzas que representan lógicas políticas y operativas en radical discontinuidad con los partidos que se consolidaron en los años noventa, extrañas a la cultura política del siglo xx y abiertas a la ruptura intelectual extrema en tanto que dispuestas a modificar este planteamiento por un discurso de autolegitimación nacional.

El neoborbonismo se encuentra, así, en el centro de una compleja y relevante batalla científica, cultural y política que ha puesto de manifiesto tensiones entre la comunidad de historiadores y las novedades del sistema político. No es casualidad que el discurso de las fuerzas que hoy forman la mayoría parlamentaria reivindiquen una relación distinta entre el mundo del saber y el liderazgo de los partidos como nunca se había producido en la historia republicana. Los historiadores se encuentran frente a un desafío tan difícil como fascinante: ofrecer respuestas con sentido a preguntas importantes valiéndose de los instrumentos que proporciona la investigación, conscientes de estar actuando contemporáneamente en el escenario de cambio que está teniendo lugar en el país.

[Traducción del italiano: Pedro Rújula]


* El presente texto ha sido ideado y elaborado por ambos autores, no obstante Gian Luca Fruci se ha ocupado de la redacción de los epígrafes primero, tercero y quinto, y Carmine Pinto del segundo, cuarto y sexto.

1 Consiglio Regionale della Puglia: Atti consiliari, X legislatura, 66.ª sesión pública, resumen estenográfico, 4 de julio de 2017, p. 81.

2 Parlamento italiano, Camera dei Deputati: Banca dati del sindacato ispettivo, XVII legislatura, moción 1/01523, primera signataria Nunzia Di Girolamo (Forza Italia), 28 de febrero de 2017, http://aic.camera.it/aic/scheda.html?core=aic&numero=1/01523&ramo=C&leg=17 (consultado el 2 de agosto 2018).

3 Comunicato Sissco sull’istituzione in Puglia di una «giornata della memoria per le vittime meridionali dell’Unità d’Italia», http://www.sissco.it/articoli/sulla-giornata-della-memoria-per-le-vittime-meridionali-dellunita-ditalia/.

4 Cfr. Una giornata per le vittime del Risorgimento?, dosier Sissco, http://www.sissco.it/articoli/dossier-una-giornata-per-le-vittime-del-risorgimento/.

5 Giuseppe Galasso: «Unificazione italiana e tradizione meridionale nel brigantaggio del Sud», Archivio Storico per le province napoletane, nueva serie, XXII (1983), pp. 1-15.

6 Salvatore Lupo: L’unificazione italiana. Mezzogiorno, rivoluzione, guerra civile, Roma, Donzelli, 2011; Paolo Macry: Unità a Mezzogiorno. Come l’Italia ha messo insieme i pezzi, Bolonia, Il Mulino, 2012; Lucy Riall: La rivolta. Bronte 1860, Roma-Bari, Laterza, 2012; Carmine Pinto: «La campagna per la popolazione. Vittime civili e mobilitazione politica nella guerra al brigantaggio (1863-1868)», Rivista storica italiana, CXXVII, 3 (2015), pp. 808-852; Sebastiano Angelo Granata: Un regno al tramonto. Lo stato borbonico tra riforme e crisi (1858-1861), Roma, Carocci, 2015, y Alessia Facineroso: Il ritorno del giglio. L’esilio dei Borbone tra diplomazia e guerra civile, 1861-1870, Roma, Carocci, 2017.

7 Carmine Pinto: «Il patriottismo di guerra napoletano, 1861-1866», Nuova rivista storica, C, 3 (2016), pp. 841-869.

8 Carlotta Sorba: Il melodramma della nazione. Politica e sentimenti nell’età del Risorgimento, Roma-Bari, Laterza, 2015.

9 Davide Fernando Panella: «Brigantaggio e repressione nel 1861. I fatti di Pontelandolfo e Casalduni nei documenti parrocchiali», en Mario Pedicini y Michele Ruggiano (dirs.): Col buon voler s’aita. Sei anni di attività 2006-2011, Benevento, Edizioni Realtà Sannita, 2013, pp. 235-258.

10 Salvatore Lupo: La questione. Come liberare la storia del Mezzogiorno dagli stereotipi, Roma, Donzelli, 2015.

11 Gian Luca Fruci: «Le plébiscite, une passion italienne (1796-1946)», conferencia pronunciada el 26 de marzo de 2014 en el Collège de France, http://www.college-de-france.fr/site/pierre-rosanvallon/seminar-2014-03-26-10h00.htm (consultado el 2 de agosto 2018).

12 Raffaele Liucci: Leo Longanesi, un borghese corsaro tra fascismo e Repubblica, Roma, Carocci, 2016.

13 I briganti italiani, Milán, Longanesi, 1959; II, Milán, Longanesi, 1967, vol. 1, Vandarelli e Ciro Annicchiarico nel Regno delle Due Sicilie, 1814-1820, y vol. 2, Crocco, Borjes, Ninco Nanco e altri famosi briganti contro i bersaglieri, 1861-1864.

14 L’Alfiere, Turín, Einaudi, 1942; III, Florencia, Vallecchi, 1957, y IV, Milán, Feltrinelli, 1964; Soldati del re, Milán, Mondadori, 1952, y II, Milán, Rusconi, 1977, y L’eredità della priora, Milán, Feltrinelli, 1963. Este último texto ha conocido, entre 1966 y 2011, ocho reimpresiones, la última de ellas en Osanna Edizioni en Venosa (Potenza).

15 La conquista del Sud. Il Risorgimento nell’Italia meridionale, Milán, Rusconi, 1972.

16 Mario Gerosa: Anton Giulio Majano. Il regista dei due mondi, Alessandria, Edizioni Falsopiano, 2017.

17 Emanuela Martini: Alida primo amore. Donne e mélo da Piccolo mondo antico agli anni cinquanta, en Emiliano Morreale (dir.): Mario Soldati e il cinema, Roma, Donzelli, 2009, pp. 43-51.

18 Pietro Cavallo: Viva l’Italia. Storia, cinema e identità nazionale (1932-1962), Nápoles, Guida, 2009, pp. 353-363.

19 L’eredità della priora, de Carlo Alianello, dirigida por A. G. Majano, 4 DVD, Roma-Milán, RAI Trade-RCS Libri, 2008.

20 Eugenio Bennato: Brigante se more. Viaggio nella musica del Sud, Roma, Coniglio Editore, 2010.

21 Nicola Zitara: L’Unità d’Italia. Nascita di una colonia, Milán, Jaca Book, 1971, e íd.: L’invenzione del Mezzogiorno. Una storia finanziaria, Milán, Jaca Book, 2011.

22 Enrico Francia: «Risorgimento conteso. Riflessioni su intransigenti, giornalisti (e storici)», Novecento, V, 8-9 (2003), pp. 143-157, y Maria Pia Casalena (dir.): Antirisorgimento. Appropriazioni, critiche, delegittimazioni, Bolonia, Pendragon, 2013.

23 Maria Teresa Milicia: Lombroso e il brigante. Storia di un cranio conteso, Roma, Edizioni Salerno, 2014.

24 Marcella Marmo: «Il grande brigantaggio nel cinema. Dalla prima alla seconda repubblica», Storicamente, VII, 41 (2011), DOI: 10.1473/stor118 (consultado el 2 de agosto 2018).

25 Alberto Mario Banti: La nazione del Risorgimento. Parentela, santità e onore alle origini dell’Italia unita, Turín, Einaudi, 2000, e íd.: L’onore della nazione. Identità sessuali e violenza nel nazionalismo europeo dal xviii secolo alla Grande Guerra, Turín, Einaudi, 2005.

26 Costanza Bertolotti, Gian Luca Fruci y Alessio Petrizzo: Icone politiche. Celebrità e nuovi media al tempo del Risorgimento, Mantova, Publi Paolini, 2018, pp. 60-61.

27 Silvia Sonetti: «Clio save the queen. Maria Sofia of Bavaria between legend and mystification in the story of the web», paper presentado en el panel «The history to the test of the like. The case of media and digital neo-bourbonism», a cargo de Annastella Carrino y Gian Luca Fruci, AIUCD 2018, «Conference Cultural Heritage in the Digital Age. Memory, Humanities and Technologies», Università di Bari, 31 de enero de 2018.

28 Pino Aprile: Carnefici, Milán, Piemme, 2016. En la misma línea se encuentra la producción antisaboya del periodista piamontes Lorenzo Del Boca, cuyo último texto es Savoia boja! L’Italia unita come non ce l’hanno raccontanta, Milán, Piemme, 2018.

29 Jean-Clément Martin: La Vendée et la Révolution. Accepter la mémoire pour écrire l’histoire, París, Perrin, 2007, pp. 61-85.

30 Pier Paolo Portinaro: L’imperativo di uccidere. Genocidio e democidio nella storia, Roma-Bari, Laterza, 2017, pp. 42-46.

31 Reynal Secher: La Vendée-Vengé. Le génocide franco-français, París, PUF, 1986.

32 The Hidden Rebelllion, http://hiddenrebellion.com (consultado el 6 de agosto 2018).

33 Produzionidalbasso, Il tramonto del sole (Due Sicilie 1860), https://www.produzionidalbasso.com/project/il-tramonto-del-sole-due-sicilie-1860/ (consultado el 6 de agosto 2018).

34 Christopher Calefati, Antonella Fiorio y Federico Palmieri: «Nella Rete delle Due Sicilie. Il neoborbonismo alla prova di Internet», paper presentado en el panel «Complicare stanca. Le sfide interne ed esterne alla storiografia: il caso del fenomeno neoborb», a cargo de Annastella Carrino, Seconda Conferenza AIHP «Metti la storia al lavoro», Università di Pisa, 14 de junio de 2018.

35 Carmine Pinto y Eduardo González Calleja (eds.): Cause perdute, Meridiana, 88 (2017).

36 Radio3, Fahrenheit, 20 de septiembre de 2017, «L’altro Risorgimento», entrevista a Alessandro Leogrande, http://www.sfide.rai.it/dl/portaleRadio/media/ContentItem-eaacb687-2059-44f1-8552-b3df9e50e715.html (consultado el 4 de agosto de 2018).