Código de buenas prácticas
El consejo de redacción de la revista Ayer adopta como complemento del reglamento de la revista, los principios y reglas que se enumeran a continuación. Este Código debe servir para guiar las pautas de actuación de sus integrantes en lo relativo a los procedimientos de gestión y evaluación de todos los textos sometidos a su consideración y para la aceptación de las propuestas de dosieres y el encargo de ensayos bibliográficos:
- Los principios por los que deberán regirse las decisiones del consejo de redacción serán:
- Criterio profesional, objetividad, beneficio para la institución, eficacia en el trabajo y cumplimiento estricto de los plazos acordados.
- Total confidencialidad, en especial sobre:
- los asuntos discutidos por el consejo de redacción, tanto dentro como fuera de las reuniones (evitando sobre todo la circulación de documentos o correos electrónicos a personas ajenas al consejo)
- las decisiones tomadas
- las posturas de cada miembro al respecto
- Independencia y autonomía de criterio frente a posibles presiones.
- Máxima transparencia:
- La dirección y los encargados de las secciones informarán al consejo, cuando este se reúna, de cualquier decisión adoptada entre reunión y reunión, del fondo de la cuestión decidida, de las posibles opciones y de los criterios tenidos en cuenta.
- Todas las decisiones de admisión o inadmisión de dosieres, el encargo de ensayos bibliográficos o de ensayos para la sección Hoy se tomarán por parte del Consejo en pleno, reunido o por medio de correo electrónico.
- Todos los miembros del consejo defenderán sus posiciones de forma clara y leal, con arreglo a argumentos científicos y académicos y/o a argumentos de estrategia institucional de la revista (ampliar su público y su impacto, promover nuevas autorías o temas, ampliar la presencia de ámbitos regionales o de períodos cronológicos...).
- La independencia de criterio de los miembros del consejo de redacción no tiene por qué ser puesta en duda cuando medie conocimiento personal e incluso amistad con los autores de artículos. No obstante, para evitar conflictos a los miembros del consejo de redacción, estos se abstendrán de participar en cualquiera de las fases de la tramitación del expediente de un artículo y se ausentarán de la reunión en el momento de su discusión, cuando se trate de textos de:
- Familiares hasta el tercer grado.
- Compañeros (profesores, becarios, doctorandos) de departamento.
- Estudiantes e investigadores cuyos trabajos dirijan.
- Integrantes de proyectos y grupos de investigación en los que participe el miembro del consejo de redacción.
- En todos los casos en que exista una incompatibilidad de las incluidas en 2., el artículo en cuestión será tramitado en la forma habitual, pero los nombres de sus evaluadores externos no figurarán en el informe de artículos circulado a todo el consejo de la revista y sí en el que se envíe a la secretaría para su archivo.
- Los miembros del consejo de redacción harán lo que esté en su mano para que todos los artículos sean sometidos a una evaluación objetiva, informada, abierta, crítica y plural. Cualquier circunstancia que pueda impedir una evaluación con esos rasgos deberá ser puesta en conocimiento de la dirección de la revista y, si la persona que identifique el problema lo cree necesario, del consejo de redacción. Este, ante cualquier duda razonable de amistad o enemistad personal, de excesiva concentración de evaluaciones en pocos expertos, de incompetencia o insuficiencia de conocimientos o de uniformidad metodológica o teórica de los evaluadores escogidos, buscará otros o pedirá dictámenes adicionales.
- Independientemente de lo anterior, se pedirá explícitamente a los evaluadores externos que manifiesten si existe algún motivo que les impide emitir dictamen con una mínima objetividad.
- La admisión o rechazo final de un artículo se atendrá estrictamente al criterio de los evaluadores externos. Si estos se contradicen entre sí, el comité de dirección o el consejo de redacción solicitarán una nueva evaluación, que será la decisiva. Es tarea del consejo decidir sobre si los textos pasan a evaluación externa (a partir del criterio expresado por dos o –si no hubiera acuerdo- tres miembros del mismo), elegir los evaluadores e interpretar el sentido de sus dictámenes, cuando no resulte claro.